Monday, 5 May 2008

Mejor que Karlos


« Y si no les gusta nada de esto, también hay palta », anuncié.

Pepe y su amiga estaban hambrientos y yo me encontraba frente a mi heladera haciendo una descripción del inventario casero, con la intención de ofrecerles algo digno para picar.

Pepe : ¿Hay qué?

Yo : Palta

Ella : ¿Qué es palta?

Yo : “¿Avocat?”- pronuncié en francés- “¿Avocado?” –intenté en inglés.

Pepe : ¡¿Qué?!

Ella : ¡Señala!

Agarro el fruto verde y se los enseño.

Los dos : ¡Aguacate!

¡Cierto que se decía diferente! ¿Cómo pude olvidarlo? Definitivamente la vuelta va a tener sus complicaciones lingüísticas, pienso, mientras me dirijo hacia el armario para buscar unos frutos secos.

Yo : Y también tengo castañas de cajú, si quieren.

Pepe : ¿Castañas de qué?

Yo: “Cashú”

Ella : ¿De qué estás hablando? ¿Eso es francés?

Saco la bolsa y les muestro el contenido, provocando un ataque de risa casi espasmódico.

Pepe : ¡Anacardos!

Yo : Esa no la sabía! ¿Cómo es?

Ella : A-na-car-dos

Vale. Lesson number two registrada. La número tres la tuve este finde en Galicia, cuando pedimos 'bogavante' para descubrir un marisco nuevo y nos trajeron la langosta de toda la vida.

Metería los tres alimentos en un bowl, les pondría unas hojas de lechuga, una salsita a la vinagreta (o mejor una rosa) y la bautizaría como “Ensalada Misunderstanding”. Sería un éxito rotundo. En todos los idiomas.

1 comment:

Anonymous said...

A mi lo que mas gracia me hace es que a las fresas les llames frutilla.