Tuesday, 29 April 2008

Where you actually belong

Caprichito de niña mimada. Esa fue la razón por la cual mis abuelos a muy temprana edad me compraron una cama de bronce -plaza y media, no vaya a ser que la princesita se sienta incómoda- con dosel.

Do-sel.

Cor-ti-ni-ta.

Un poco más y contrataban un paje para despertarme.

Delirios de realeza, como verán, no me han faltado. Como cuando mi abuela me sacaba el pelo de la cara, despejándome esta pequeña frente que Dios me dio, y me mostraba la forma en que nacía mi cabello: “lo ves, sólo la gente de sangre azul tiene pico, como vos”.

Y yo, ilusa, me creí todo.

Hasta que un buen día me di la cabeza, con pico y todo, contra la terrible realidad de buscar laburos de mierda, viajar constantemente en autobús y sobrevivir a diario sin mucama (ni pajes).

Mañana nos vamos a Galicia y todavía me cuesta aceptar que no vamos a alojarnos en el parador de los Reyes Católicos. Porque una parte de mí todavía piensa que me lo merezco.

No, mejor dicho: que es allí donde pertenezco.

La mejor solución para hacer desaparecer esos aires de grandeza tan resistentes será la cachetada del hostal de una estrella que acabamos de reservar.




Monday, 28 April 2008

Aviso a la población



Se informa a quien pueda interesar que el éxito de una fiesta en casa propia tiene relación directamente proporcional con la cantidad de gelatinas con vodka que se preparen para convidar a los invitados.

Friday, 25 April 2008

Free as a bird?


Te duchaste tempranito y te pusiste chiquicientas capas de maquillaje. Planchaste el pantalón negro y elegiste una blusa salmón y unos zapatos LV. Sabés que te entrevista un hombre así que te decidís por un corpiño con relleno.

Te estresás todo el camino porque te parece que la empresa está en el culis mundis, pero como la estación de metro donde te tenés que bajar es PIO XII y justo ves en la tele del andén que hoy el Vaticano expone los restos del santo Padre PIO, te calmás pensando que es una señal.


Sabés que te recibirá un tal Eduardo, que la empresa se llama Network y poco más. El edificio es bien moderno, de estas típicas torres de oficinas, y el hombre que te hace la entrevista en la sexta planta es realmente simpático. Te explica con detalle todas las funciones del puesto de back office del departamento de trading de esta compañía que se dedica a la distribución de acero.

En el momento en que pronunció la palabra « steel », dejaste de escucharlo y de mirarlo. Tus ojos se posaron en la maravillosa vista del ventanal y sin abrir la boca te levantaste de la silla, corriste hacia el horizonte atravesando el cristal y saltaste al vacío, agitando los brazos como si fueran alas y gritando « pío-pío ».

Wednesday, 23 April 2008

Duda



Rosario y Agustín llevan toda la vida juntos. Pero más juntos que nunca están ahora que no se separan ni un minuto. Se ve que los hijos y los nietos no viven en la misma ciudad –si es que los tienen- y debieron hacerle frente a esto de la tercera edad solitos los dos.

Adonde va uno, va el otro, aunque no sea necesario. Cualquier excusa es buena para salir de casa, y así pasan los días entre el ambulatorio de uno, la consulta del médico del otro, la compra en la farmacia, y cualquier otra diligencia que se inventen para llenar su tiempo.

Ayer se levantaron tempranito porque querían estar a las diez –cuando abrieran- en la puerta de la tienda de telefonía. Habían discutido la noche anterior y querían una buena explicación de quien les había vendido el aparato. Rosario sostenía que el móvil que habían adquirido les consumía dinero por el solo hecho de estar encendido. Que lo mejor era ni siquiera mirarlo. Agustín decía que no, que solamente les cobraban cuando presionaban las teclas.

Tuesday, 22 April 2008

MoviMierda

Nada como empezar el día en una tienda de Telefónica para pasarte de tarjeta prepaga Movistar a contrato y salir con tu teléfono bloqueado, tanto para recibir como para hacer llamadas.

Volví con toda. No me digan que no.

Monday, 21 April 2008

Spinning Girl

Hasta hace poco más de una semana, quien les habla no tenía ni idea de lo que significaba la palabra « spinning ». Pero con un poco de research, y las correspondientes traducciones en español (parece ser que por estas tierras le dicen “ciclo sala”), logré interesarme por este curioso deporte que inocentemente creí podía ser mi salvación. Así que me anoté en una clase de prueba en un gimnasio del norte de Madrid. Antes de ir comí pasta y lentejas, rescaté una calza del fondo de una caja, y me compré una de estas bebidas deportivas para poder soportar la hora completa de bicicleta fija colectiva.

Cuando llegó el profe con sus shortcitos ajustados y el bulto marcado, se detuvo en mis pedales y me ató los pies. Me lanzó mirada de “no me gustan los nuevos” y se dirigió al frente, a su dos ruedas de rey, y comenzó la clase a todo volumen.

Entre sus gritos de “a ver ese ritmillo”, “ponle carga” y la música ensordecedora, él sudaba más que ninguno y sonreía sádicamente, mientras cantaba las melodías preparadas. Durante los primeros veinte minutos él estaba concentradísimo moviendo los labios al son de “WE WILL ROCK YOU”, y yo sólo quería decirle que no iba a poder terminar la clase (que por favor me desatara los pedales) porque mis partes íntimas estaban siendo violentamente machacadas y que más que el bienestar físico de mis piernas ahora me preocupaba el futuro de mi salud sexual.

Pero me fue imposible hacérselo saber. Podría haberle dado cualquier otra excusa, como que el corazón me estaba por reventar o que me era difícil seguir la clase porque yo realmente no lograba interpretar órdenes como “llano” o “en dos arriba”. Pero eso de exponerme públicamente nunca se me dio bien.

De modo que así terminé, tras sesenta minutos de pedaleo constante: con la flor magullada y la convicción de que este deporte tampoco es para mí.

Saturday, 19 April 2008

Son todas iguales


Llueve a cántaros y hace frío.

Esta mañana recibí una carta que me informa que no quede seleccionada para trabajar en esa empresa de cosméticos.

Y mi marido me llamó hace un rato desde París para decirme que en su viaje desde Las Vegas le perdieron la maleta que contenía dos regalos para mí: una laptop y un ipod.

Pero lo que me tiene totalmente sumergida en una depresión feroz no es ninguna de estas desgracias, sino que ayer tenía que estrenar mucama y me cagó diez minutos antes de venir.

Necesito Prozac ya.

Thursday, 17 April 2008

A ver si nos entendemos


El martes por la noche, cuando se despide, mi amigo madrileño de adopción a quien de aquí en más llamaremos Pepe, me lanza una mirada picarona y me pregunta por el nombre de mi nuevo blog. Le doy lo que para mí es la traducción literal de « Maybe, Baby » ya que él no entiende ni una pizca de inglés: « Quizás, querido ». Le explico que como pienso jugar con la ficción y la realidad le puse « maybe » y que « baby » va para rimar, como si fuera « darling » o « dear »: « querido ». Me puso cara de no creerme y se fue. Era la segunda persona que me preguntaba por el nombre del blog en menos de 24 horas.

Ayer hablé con una amiga porteña por teléfono y me preguntó si estaba embarazada. Le aclaro que no, y entonces me dice que no entiende el nombre del blog. Ahí comprendí la mirada picarona de Pepe, pero me preocupé ya que quien me cuestionaba en esta oportunidad es totalmente bilingüe. Traté de defenderme con el signo de puntuación, ya que para mí el hecho de que haya una coma entre las dos palabras debería alejar las sospechas de maternidad (seguiré hasta la muerte convencida de que una coma tiene significado en sí misma). Ella me dice que con o sin coma es lo mismo y que quizás es el inconsciente, y entonces sí, ahí me entra el pánico y se me aparece instantáneamente la imagen de mi madre frotándose las manos cual Gargamel a punto de comerse a Pitufina.

Odio explicar lo que no se debería y me empelota tener que rebautizar el blog…Pero así lo he hecho (sobre todo después de ver el contenido de uno con un nombre similar).

Así que empezamos de nuevo, después de un tropezón que me hace replantear varias cosas.

A partir de ahora será « Maybe, Madrid », y al “baby” lo dejamos para más adelante.

Wednesday, 16 April 2008

Otra que el dúo dinámico

Lourdes no tiene ni una pizca de make-up, aunque necesitaría toneladas. Es lo que se diría una treintañera simple –por no describirla como « dejada »-, con gafas y cabello sin peinar. Su ropa no dice nada y cae con poca gracia sobre su figura delgada. De su cuello cuelga un collar espantoso que se debe haber puesto pensando que era glamoroso.

Marta tiene unos años menos, varios kilos más, y lleva el pelo agresivamente corto y rojo. En los párpados se puso mucha sombra violeta, haciendo juego con el esmalte nacarado de sus uñas. Uno podría imaginar que encuentra sus productos de belleza en la góndola del Día Descuento, donde también compra por menos de 3 euros un vino tinto de tetra brick para beberse con su novia los fines de semana.

Ambas llevan jean y podrían estar perfectamente atendiendo la caja de un supermercado de medio pelo, en la zona de Vallecas o Balvanera. O -con muchas ganas- la sección de zapatería infantil de algún Corte Inglés.

Pero no fue allí donde yo las vi. Me tocó conocerlas hoy por la mañana, cuando ellas me hacían una entrevista para un puesto en una empresa mundialmente conocida por sus productos de maquillaje.

Y pensar que este dúo de impresentables tiene mi futuro en sus manos…Por Dios, qué injusta que es la vida!

Tuesday, 15 April 2008

Verdure


Ella siempre pensó que comprar plantas en Ikea era cosa de retardados, hasta que su marido se compró dos árboles…

Monday, 14 April 2008

Soy de la raza calé


Imaginate que tenés catorce años y sos hija de un gitano traficante de caballos. Vivís en algún pueblo perdido de Andalucía, y el ricachón de turno –que te lleva por lo menos una decena de años por delante- se enamora de ti, (te compra?) y te casas con él.

A lo largo de tu vida te dará trece hijos, pero no importa mucho la cantidad de descendientes que proveas. El problema es la calidad: tu suegra nunca terminará de aceptar que la sangre gitana corra por las venas de sus nietos. Y te hará la vida imposible, por supuesto.

Tu callas, por respeto a tu marido. Pero en cuanto él muere, te da un subidón de venganza irrefrenable. Esperas -cual cazador a su presa- el momento más adecuado para atacar. Será el día del cumpleaños de tu suegra, el primero que pasará sin su hijo querido. Obviamente a ti no te han invitado, así que te decides por mandarle un regalo anónimo: una gran torta de chocolate que rellenas con tus excrementos y con toda la mierda que llegas a juntar en ese hogar tuyo que alberga a más de una docena de individuos. Bien disimulado todo, en el interior del bizcochuelo.

La que hizo semejante chocotorta era mi tatarabuela.
Genia.

Friday, 11 April 2008

Who rules now?



Recorro la calle Toledo bajo la llovizna primaveral, hasta llegar al lugar donde tengo cita. Abro la puerta de Marco Aldany, enceguecida por sus neones azules de pésima calidad y asqueada por el mobiliario cutre que decora este local, tan repugnantemente idéntico a todo el resto de las sucursales que tiene en Madrid.

“Hay que tener muchas ganas para venir aquí”, pienso. “Ganas o pelos”.

En mi caso lo que abundaba era lo segundo, por todo mi cuerpo. Y dado que me toca un fin de semana en Palma de Mallorca, exhibiendo mi esbelta figura al sol (si el tiempo me lo permite), junté coraje y saque turno con la depiladora más imbécil del planeta.

A las tres de la tarde en punto me presenté en la recepción. Me informaron que Angelita había salido “un momentillo, a por algo de comer”. La esperé unos quince minutos, devorando las mierdas publicadas en la primera revista que cayó en mis manos. Cuando por fin apareció ella –limpiándose el resto de bocata de su rostro gitano-, me llevó al camarín y comenzó a explicarme que no sabía si me iba a poder depilar “completa” porque a las cuatro tenía otra persona esperándola.

Le puse cara de culo, le dije que llevaba veinte minutos de retraso, y que yo me iba a ir de su sucio camarín, “completita-completita”.

“A ver si se entera ésta de quién manda aquí”, pensé, dándome aires de listilla e insultándola mentalmente de una manera poco reproducible en sociedad (creo que en momentos como ese deberían fusilarme contra un pabellón por conjeturar como una auténtica racista). Me puse en pelotas y me tiré en la camilla, con demasiados aires de duquesa.

En mi vida me depilaron tan mal.

Thursday, 10 April 2008

I’m back

Y como por arte de magia y con un poco de « aquí no ha pasado nada, señores » volvemos al blogging que parece ser es el deporte preferido de todo loser con delirio de escritor (descripción que me cuadra perfectamente).

Así que mientras me dedico a inyectar mis raíces en esta madrileña ciudad, quemándome el cerebro entre si debo de una vez por todas declararme ama de casa y rascarme oficialmente a cuatro manos o buscar un trabajo que me sirva de pantalla para exhibir un poco de dignidad social, vamos a divertirnos un rato con los textos que irán surgiendo en mi tiempo libre (que no es poco).

As promised, un batido de ficción y realidad para que ustedes se las ingenien adivinando si lo que leen es de verdad o de mentirillas.